Un original archivo de dos vidas

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Pasillo de la Maisonette P155 con un caballo de madera de tamaño real.

Un original archivo de dos vidas

  • Tiempo de lectura: 5 minutos
  • Arquitectos: Peter Ippolito, Stefan Gabel 
  • Colecciones:  AXOR Urquiola
  • Acabado: cromo pulido
Un tapiz con dibujo en zigzag en la Maisonette P155.

Un viaje al hogar ideal

Peter Ippolito y su compañero Stefan Gabel encontraron este piso por casualidad en un edificio de finales del siglo XIX situado a las afueras del centro de Stuttgart. El proceso de reforma y decoración fue un viaje revelador como los que suelen realizar a diario con sus clientes en sus respectivos trabajos de arquitecto y diseñador textil. Un itinerario marcado por su acepción individual de aspectos como la creatividad y la experiencia, el recuerdo y la preservación, la apertura a la novedad y la fidelidad a sí mismos. Y la ruta, finalmente, les llevó a su destino: la Maisonette P155. Su cuartel general, como llaman a este dúplex de 290 metros cuadrados, es un refugio acogedor que al mismo tiempo brinda espacio para socializar. El baño está equipado con griferías de la colección AXOR Urquiola. Esta fue una elección muy meditada por parte de ambos creativos, que siempre se habían sentido fascinados por el diseño y la personalidad de esta colección.

El alegre salón multicolor de la Maisonette P155.

Confrontación, aproximación, asimilación

Visto de cerca, este piso de ensueño encerraba algún que otro desafío constructivo, derivado de la singularidad de su planta —que acaba en pico, como un trozo de pastel— y del imperativo de preservar la fachada y el equipamiento original del interior —suelos, puertas y distribución de las habitaciones—, porque el edificio está declarado monumento histórico. Además, Peter y Stefan estaban obligados a trabajar partiendo de la estructura de pasillo central con habitaciones alineadas típica de la época y a modificarla teniendo en cuenta los requerimientos de conservación histórica, para ganar amplitud y anchura sin perder su identidad. Los dos propietarios califican este emocionante proceso de diseño como una confrontación con lo existente y lo inamovible. Asumieron el reto dando los pasos oportunos para crear un piso único y expresar su concepción personal de la vivienda. 

Un largo banco antiguo de madera en el pasillo de la Maisonette P155.

Inconfundible y sorprendente

En su trabajo, el arquitecto y el equipo del estudio interdisciplinar Ippolito Fleitz Group estudian a fondo las respectivas identidades y deseos de sus clientes o grupos destinatarios. El objetivo siempre es desarrollar conceptos individuales adaptados a los usuarios. Proyectos que ofrezcan libertad para establecer un vínculo con sus habitantes y visitantes, quienes a su vez puedan reconocer un valor que trascienda el plano económico y estético y, por tanto, tenga un carácter perdurable.

La Maisonette P155 refleja claramente esta filosofía. A primera vista, el piso parece un popurrí de recuerdos personales y muebles de ambos moradores, como una alegre exposición de objetos singulares traídos de innumerables viajes, combinados con clásicos del diseño y modernos elementos de decoración de creación propia. Este colaje, no obstante, tiene un efecto armonioso que evidencia el sello creativo característico de los propietarios: el parqué negro en espiga como nexo de unión entre las distintas estancias, todas ellas con carácter propio; las aberturas asimétricas en las paredes, que establecen comunicaciones adicionales entre las habitaciones; y, en todas ellas, el juego sistemático con la luz y los contrastes. Todas estas propiedades confieren al piso una estética homogénea y lo convierten en una obra de arte completa que invita a explorarla y redescubrirla una y otra vez.

El baño principal de la Maisonette P155 equipado con AXOR Urquiola.

Un espacio tan habitable como los demás

Peter Ippolito y su compañero decoraron el baño principal del piso poniendo en el centro un mueble lavabo con gran espejo y distribuyendo la ducha y la bañera a su alrededor. En la zona de la ducha, el parqué negro cede el paso a baldosas calcáreas de color claro que se extienden hasta la línea del techo, creando un ambiente cálido en combinación con los muebles de madera clara hechos a medida y las paredes altas pintadas en color salmón. Desde la bañera ubicada bajo la ventana se disfruta de una magnífica vista panorámica al exterior. El baño, como espacio perfectamente habitable, es un lugar que permite refugiarse del trajín diario, como contrapunto al vertiginoso mundo digital, y que brinda la posibilidad de empezar el día bajo una copiosa ducha y de acabarlo dejando que el agua diluya el cansancio. Las exuberantes griferías de la colección AXOR Urquiola parecen piezas de coleccionista que cuadran perfectamente con esta expresión de dos estilos de vida y que, como de pasada, ejercen su función de suministrar agua y proporcionar bienestar.

Fotografías de Zooey Braun, Eric Laignel

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