Hace tiempo que el baño ha dejado de ser un espacio puramente funcional. En él se manifiestan los deseos, anhelos y gustos del usuario. Es decir, su alma al desnudo.
Tres conocidos diseñadores han contestado a la pregunta de AXOR de cómo se imaginan ellos un «baño con personalidad». Sus respuestas son conceptos exclusivos y únicos que visualizan, cada uno a su manera, el arte de la diferenciación.
La estética ochentera, audaz y vibrante de Tristan Auer está inspirada en «Blade Runner» de Ridley Scott, y apunta a usuarios de personalidad elegante, auténtica y decidida.
El concepto de Sarah Poniatowski desdibuja los límites entre el interior y el exterior. Su baño independiente, situado a orillas del mar, es un enclave ideal para personas de espíritu viajero pero que saben apreciar instantes de recogimiento y reflexión.
Hadi Teherani ha configurado un concepto de baño de gran belleza arquitectónica, que funde pasado con presente. Este proyecto, envolvente pero no opresivo, se dirige a personalidades que aspiran a combinar sensaciones dispares como la seguridad y la libertad, el lujo y la tradición.